La paciente refiere un traumatismo previo en la zona dolorosa hace 6 meses, por el cual fue intervenida en otro centro en 2 ocasiones, en la primera ocasión para drenarle un hematoma y reparar la herida. Tras dicha cirugía, la paciente comienza con dolor por lo que le realizan una segunda cirugía para reexplorar la zona, tomándose biopsia de los tejidos anómalos, con resultado de tejido fibrocicatricial y restos de necrosis grasa. Ante la mala evolución postquirúrgica, la paciente acude a nuestro centro buscando solución. pues prácticamente no puede caminar debido al intenso dolor que padece. Se encuentra de baja laboral y ha dejado de realizar su vida normal.
A la exploración física, presenta defecto de la cara interna de la pierna debido a la necrosis grasa, además de una importante cicatriz vertical. A la percusión, presenta anestesia de la cara interna de la pierna y signo de Tinel (sensación de calambres al golpear sobre el nervio dañado) que irradia hacia la zona distal de la pierna.
En la Resonancia magnetica de la pierna, se observa el paquete vasculonervioso safeno rodeado de tejido fibrocicatricial, motivo por el cual sospechamos atrapamiento nervioso y solicitamos un electromiograma, que nos indica afectación axonal del nervio safeno izquierdo a nivel distal de la cicatriz con daño severo, pero con continuidad nerviosa. Le realizamos en la consulta, una ecografía de alta frecuencia en la que se observa menor volumen de tejido celular subcutáneo sobre la fascia muscular y gran zona de reacción cicatricial.
Con el diagnóstico de atrapamiento nervioso, se plantea la realización de una liberación nerviosa percutánea e injerto graso para evitar nuevas adherencias y aportar tejido vascularizado a la zona cicatricial. No se plantea la realización de otra liberación nerviosa abierta pues el lecho cicatricial que rodea al nervio, constituye un lecho pobremente vascularizado y proclive a sufrir nuevas adherencias, por lo que en caso de liberar el nervio, existe un elevado riesgo de daño avascular nervioso y nuevas adherencias.
Elegimos la zona abdominal como zona donante del injerto. Se obtiene el tejido graso mediante liposucción a través de 3 pequeñas incisiones localizadas en pliegue abdominal inferior y umbilical. Para procesar el tejido graso, utilizamos un sistema cerrado de lavado y decantación. Se realizó la infiltración del tejido graso a través de 2 pequeños orificios de 2mm. La paciente fue dada de alta al día siguiente sin complicaciones.
Después de dos meses, el defecto de contorno se corrigió y la sintomatología dolorosa remitió por completo sin recidiva gracias a la aparición de nuevo tejido vascularizado alrededor del paquete neurovascular, como se comprobó con la ecografía doppler color. Además se recuperó la sensibilidad cutánea en el territorio del nervio safeno y no persiste el signo de tinel. No se presentaron complicaciones en la zona donante ni en la receptora y no fue necesario un segundo tiempo de lipotransferencia, pues la reabsorción grasa fue mínima y el prendimiento muy bueno.