A la exploración física, presenta una cuerda fibrosa en la región palmar que inicia en la región del pliegue palmar proximal y se dirige hacia el 5º dedo, hasta la articulación interfalángica proximal, causando la contractura en flexión del dedo.
Con el diagnóstico clínico de enfermedad de Dupuytren y tras explicarle al paciente en que consiste su enfermedad y las posibilidades terapéuticas, se programa para cirugía.
La cirugía, se realiza bajo anestesia regional mediante bloqueo anestésico de plexo braquial. Se realiza con isquemia de la extremidad para operar con un campo exangüe. Se marcan incisiones en zig-zag para evitar cicatrices rectas retráctiles sobre los pliegues articulares, así como pensando en que sea necesaria, la realización de una o varias zetaplastias en el momento del cierre cutáneo, pues debido a la contractura que causa la enfermedad, en ocasiones tras estirar el dedo, es necesario el aporte de piel. Una vez que se incide la piel, se realiza una disección minuciosa (nosotros utilizamos lupas de aumento para ver con detalle las estructuras vasculonerviosas y evitar dañarlas) y se extirpan las cuerdas fibrosas. Finalmente se revisa que no existan sangrados y se cierra la piel (nosotros solemos dejar varios drenajes para evitar la formación de hematomas), realizando o no las zetaplastias.
El paciente se vigila estrechamente para descartar que no sufra ningún hematoma o que no se haya dañado ningún nervio durante la cirugía. Tras dos semanas se retiran las suturas. Se inicia la fisioterapia y en 6 semanas retoma su actividad normal con buena extensión del dedo.
En ocasiones, debido a que las cuerdas fibrosas de la enfermedad están tan adheridas a la piel, es imposible separarlas sin causar daño vascular a la piel, motivo por el que después puede ocurrir la necrosis de la misma. En tal caso se puede reconstruir el defecto cutáneo mediante injertos de piel o permitir la cicatrización por segunda intención (técnica de McCash).